Alpine Cabriolet

Rédaction : Albert Lallement  

LA GAMA SE AMPLÍA

Sólo dos años después del lanzamiento del Coach A106, Alpine ofrecía una versión cabriolet diseñada por un talentoso diseñador italiano llamado Giovanni Michelotti.

Oficialmente, el Alpine cabriolet se mantuvo en producción hasta 1969, aunque es posible que algunas unidades adicionales fuesen fabricadas posteriormente, sobre todo en España. Este modelo seguía la evolución de los Coach y coupés producidos por Alpine, desde el A106 hasta el A110 Berlinetta, del que generalmente adoptaba los distintos motores y cajas de cambio. Mientras que los Alpine con carrocería cerrada poseían el carácter de un vehículo de competición, el cabriolet era más bien un modelo de paseo.

El cabriolet del año 1961 se distingue por sus bisagras del capó exteriores, sus intermitentes delanteros integrados en los parachoques y sus faros de burbuja originarios de la Berlinette TDF .  © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Renault D.R. 

Desde el inicio oficial de la aventura Alpine, que comenzaba el 6 de julio de 1955 con el Coach A106, la firma de Jean Rédélé había conseguido labrarse una excelente reputación entre los fabricantes de automóviles franceses. El ritmo de producción era aún modesto, con sólo 21 unidades de este modelo ensambladas entre diciembre de 1956 y marzo de 1957. Sin embargo, Jean Rédélé consideraba necesario diversificar su gama, y el concepto de un Alpine cabriolet entró a formar parte de sus planes de desarrollo.

Si bien el diseño característico de la parte trasera del A108 cabriolet sería eventualmente modificado, la parte delantera, en cambio, ya adoptaba la forma final de la futura Berlinette. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Renault D.R.

Un primer proyecto abandonado 

No sería fácil para Jean Rédélé llevar a buen puerto su proyecto de cabriolet. Las carrocerías de plástico de los Coach Alpine eran fabricadas por Chappe & Gessalin en Saint-Maur-des-Fossés, al sur de París, mientras que los vehículos eran ensamblados en el amplio garaje parisino de su suegro, Charles Escoffier, en la rue Forest. Escoffier, que dirigía uno de los mayores concesionarios Renault de la capital, desempeñaría un papel clave en la financiación del lanzamiento de la marca Alpine, y consideraba oportuno recurrir al mismo proveedor para el cabriolet. Tras numerosas conversaciones entre el yerno y su suegro, finalmente decidieron confiarles el diseño de un prototipo, que era presentado en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1956, a un precio de 989.900 francos. El cabriolet Chappe & Gessalin lucía una armoniosa carrocería con prominentes aletas inspiradas en los modelos americanos de la época, un parabrisas panorámico y un capó inclinado que desembocaba en una falsa parrilla de líneas alargadas. El conjunto estaba generosamente aderezado con cromo, mientras que las ruedas con tapacubos estaban equipadas con neumáticos Dunlop de flancos blancos.

El cabriolet es el primer modelo de la marca en experimentar con el chasis-viga que luego se generalizará en toda la gama Alpine.  © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo ©  Renault D.R.

La elección de Jean Rédélé 

A pesar del éxito del prototipo Chappe & Gessalin, Jean Rédélé se dirigió en secreto a Giovanni Michelotti en Italia para el estudio de otro proyecto de cabriolet. Michelotti no era un desconocido, ya que había diseñado el famoso Coach Rédélé Spéciale, carrozado por Allemano de Turín, y considerado como la primera piedra de la historia de Alpine. Michelotti tenía fama de trabajar rápido y, efectivamente, en enero de 1957 ya se habían terminado dos prototipos. Uno estaba equipado con el motor de 747 cm3 y 21 CV del Renault 4 CV de serie, y el segundo tenía el mismo motor, pero en una versión de 42 CV idéntica a la del Coach A106 tipo 1063 "Mille Miles". Esta versión más deportiva estaba destinada al piloto Jean-Claude Galtier, que con Maurice Michy vencería su categoría en la Mille Miglia de 1955 en el Rédélé Spéciale. Aunque el cabriolet Chappe & Gessalin era estéticamente muy agraciado, Jean Rédélé preferiría la versión Michelotti porque creía, con razón, que sus líneas eran menos modernas, pero, paradójicamente, se desgastaría menos con el tiempo y era más fiel al espíritu Alpine. El cabriolet Michelotti A106, ligeramente retocado, hacía una notable aparición en el Salón del Automóvil de París de 1957 y serviría de base para los modelos posteriores.

El 4 cilindros del cabriolet A108 procedía del Renault Dauphine. A destacar que el radiador está ubicado delante del motor. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo ©  Renault / D.R.

Tradición técnica 

En 1958, el cabriolet entraba en el catálogo y, como era habitual, era montado sobre la plataforma Renault 4 CV, reforzada para compensar la falta de rigidez debida a la ausencia de techo. Los refuerzos utilizados para las cunas delantera y trasera garantizaban también un buen comportamiento en carretera, pero Jean Rédélé fue incapaz de adaptar esta solución técnica al Coach. Cada vez le resultaba más difícil imponer sus conceptos técnicos y de estilo a los hermanos Chappe, cuyas instalaciones se habían trasladado de Saint-Maur a Brie Comte-Robert en la primavera de 1957. Paralelamente, Charles Escoffier abría una filial cercana, bautizada Escobrie, encargada de ensamblar los componentes mecánicos de Alpine. Al mismo tiempo, Jean Rédélé creaba su nueva empresa, RDL, en Dieppe, a la cual transferiría progresivamente la producción de las carrocerías de poliéster reforzado para los descapotables A106. Fue aquí donde Alpine daría un gran paso industrial con la adopción del chasis de viga central de la segunda generación del A108 cabriolet lanzado en 1960. A partir de entonces, esta técnica se convertiría en la seña de identidad de todos los autonóviles Alpine hasta el modelo A610 de 1991.

Para saber más...

El Salón del Automóvil de París de 1957 

Elegido por Jean Rédélé, en detrimento del prototipo Chappe & Gessalin, el cabrio Alpine diseñado por Giovanni Michelotti salió oficialmente al mercado a partir del 44º Salón del Automóvil de París, celebrado en el Grand Palais del 3 al 13 de octubre de 1957. Ese año, veintiséis fabricantes y ocho proveedores franceses exponían sesenta y cinco modelos. Alpine, que disponía de un pequeño stand en la entrada del ala izquierda del Palais, presentaba el Coach A106 con motor de 4 cilindros y 747 cm3  en tres versiones:  1062 (21 CV) a 850.000 francos, 1062 S (30 CV ) a 906.000 francos y 1063 "Mille Miles" (43 CV) a partir de 1.110.000 francos. El descapotable, basado en la versión 1062, se vendía a un precio de 989.000 Francos en acabado Export y 1.092.000 Francos en acabado Luxe. Este último incluía tapacubos, faros antiniebla, volante de carreras, calefacción SOFICA, asientos de confort y embellecedores cromados. También estaba disponible una capota rígida por 127.500 Francos.

Los primeros cabriolet de Alpine, mostrados en un modelo de 1959, prefiguran la orientación de las líneas de las futuras Berlinettes. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo ©  Renault D.R. / Archives et Collections

Giovanni Michelotti 

El diseñador de la carrocería del Alpine cabriolet presentado en 1957 era el joven diseñador italiano, Giovanni Michelotti, a quien Jean Rédélé había encargado previamente un estudio para el coupé "Rédélé Spéciale" en 1952. Nacido en Turín el 6 de octubre de 1921, Giovanni Michelotti comenzó su carrera como aprendiz en Farina a los 16 años y abrió su propio estudio en Turín en 1949. Sus primeros encargos llegaron de prestigiosos carroceros como Vignale, Bertone, Allemano o Ghia, con los que estableció colaboraciones sólidas y duraderas. La rapidez en pasar de un boceto a un prototipo funcional hizo que fuese consultado regularmente por diversos fabricantes como BMW, Triumph, DAF, Lancia, Maserati, Alfa Romeo, Ferrari e incluso Fiat. En 1967 estableció su empresa en Orbassano, a las afueras de Turín, y a su muerte, el 23 de enero de 1980, se calculaba que había creado más de 1.200 estudios de diseño para la industria automovilística.

Giovanni Michelotti fue un prolífico diseñador de automóviles en la más pura tradición del diseño italiano de posguerra. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo ©  Renault D.R. / Archives et Collections

Pelo al viento

A mediados de la década de 1950, empezaron a aparecer en el mercado los cabriolet y otros descapotables deportivos. Hasta entonces, sin embargo, los grandes fabricantes franceses habían descuidado este mercado, y sólo algunos artesanos como Brissonneau, Pichon & Parat, Chapron y Letourneur & Marchand producían modelos de lujo y de alta gama. El éxito del Karmann Ghia, basado en el VW Escarabajo, que conquistó a un amplio público gracias a su elegancia y artesanía, impulsó a la Régie Renault a estudiar su cabrio Floride, basado en el Dauphine y que se lanzaría en 1958. Aunque Jean Rédélé no disponía de la capacidad productiva de Renault o Volkswagen, estaba convencido de poder ofrecer un vehículo de este tipo, a medio camino entre lo artesanal y lo industrial. Retomando la idea de la barqueta descapotable propuesta por Louis Rosier en 1953, Jean Rédélé diseñó a su vez un atractivo cabriolet, basado en la plataforma del Renault 4CV. Aprovechando sus excelentes contactos al otro lado de los Alpes, en 1956 confió el diseño de la carrocería a un joven y talentoso estilista turinés, Giovanni Michelotti.

En el catálogo distribuido por Régie Renault, está escrito que "el Alpine cabriolet suma el placer del sol al de la conducción rápida".   © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo ©  Renault D.R. / Archives et Collections

Un modelo pionero

Aunque su imagen quedó un tanto eclipsada por el éxito de los Berlinettes de la década siguiente, el primer cabriolet A108 desempeñó un papel fundamental en la historia de la marca alpina. Cuando Philippe Charles y Serge Zuliani diseñaron la carrocería del Berlinette Tour de France y posteriormente del 1100, utilizaron las notables líneas creadas por Giovanni Michelotti para el cabriolet de 1957. Desde el punto de vista industrial, la producción del cabrio Alpine fue también una oportunidad para Jean Rédélé de romper con los lazos y acuerdos que su suegro Charles Escoffier había forjado inicialmente con el carrocero Chappe & Gessalin. A partir de 1958, la carrocería del nuevo descapotable se produce en la fábrica de Dieppe, tras la creación de la empresa RDL el año anterior, lo que proporciona a Jean Rédélé una independencia de los proveedores de la que había carecido hasta entonces.

Visto de perfil, el A108 rediseñado de Philippe Charles y basado en un estudio de Michelotti, adelantaba las futuras líneas de la Berlinette. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo ©  Renault D.R. / Archives et Collections

PRIMERA PRUEBA

En los años 50, los periodistas del automóvil tenían la oportunidad de probar los nuevos modelos franceses en el circuito de Montlhéry poco antes de su presentación oficial en el Salón del Automóvil de París. El número de agosto de 1957 de la revista L'Automobile incluía un artículo de Claude Vogel sobre la gama Alpine A106 del año siguiente. Sus comentarios eran muy elogiosos: "El comportamiento en carretera del Alpine nos ha sorprendido realmente .... Es un coche robusto y sólido que hará las delicias del conductor deportivo... El Alpine es un pequeño coche, atrevido y elegante, presentado con gran gusto y sobriedad". En el anillo del circuito, alcanzó una velocidad máxima de 143,613 km/h, con 100 m desde parado en 19"45 y un kilómetro desde parado en 40". Ese día, alcanzó una velocidad media por hora de 100,525 km/h y un consumo de carburante máximo de 11,6 litros a los 100 km.

Alpine A 108 Cabriolet (1960)

Motor: Renault tipo 670-1, 4 cilindros en línea, en voladizo trasero, longitudinal 

• Cilindrada: 845 cm3 

• Diámetro x carrera: 58 mm x 80 mm 

• Potencia: 40 CV a 5.000 rpm 

• Alimentación: Carburador invertido Solex 32 PIBT 

• Encendido: batería, bobina y distribuidor (Ducellier) 

• Distribución: árbol de levas lateral, varillas y balancines, 2 válvulas en cabeza por cilindro 

 Transmisión: Renault, tracción delantera, caja de cambios de 4 velocidades (1ª no sincronizada) + M.A. 

• Neumáticos: 135 x 380 (delanteros y traseros) 

• Frenos: hidráulicos, tambores delante y detrás 

• Longitud: 3700 mm 

• Anchura: 1450 mm 

• Altura: 1250 mm 

• Distancia entre ejes: 2100 mm 

 Vía delantera: 1220 mm 

• Vía trasera: 1220 mm 

• Peso (vacío): 530 kg 

 Velocidad máxima: 135 km/h

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