La Saga Lancia

Rédaction : Albert Lallement  

LA ERA INDUSTRIAL (1945 EN ADELANTE)

Después de la guerra, Lancia, que había celebrado su quincuagésimo aniversario, seguía destacando como un fabricante innovador y original, decididamente vanguardista, con ambiciones cada vez mayores en el mundo de la competición.

Vincenzo Lancia, fundador de la marca turinesa, fallecía en 1937, tomando su esposa Adèle la dirección de la empresa familiar, manteniendo Lancia a flote a pesar de la pérdida de numerosos empleados e instalaciones durante la Segunda Guerra Mundial. En 1944 le sucedía Arturo Lancia, primo de Vincenzo.

Arturo se convirtió en el mentor de Gianni Lancia, el hijo de la familia, que asumió la dirección de Lancia en 1947 a la edad de 23 años. El joven ingeniero se enfrentó al reto de desarrollar una nueva gama de modelos con unas finanzas muy mermadas por los años de guerra. Una vez restablecida la paz, tuvo que guiar a la empresa hacia la era industrial...

El Fulvia fue el éxito comercial más importante de Lancia hasta finales de la década de 1970 y el primer modelo que llevó al éxito a la Squadra Corse HF. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.

Vincenzo Lancia falleció pocos días antes del lanzamiento del Aprilia, su obra maestra definitiva. Esta berlina de prestigio, en producción hasta 1949, redefinió el automóvil conocido hasta entonces, recurriendo una vez más a la tecnología más avanzada. Incorporaba una culata con cámaras de combustión hemisféricas, suspensión independiente en las cuatro ruedas, una carrocería aerodinámica y autoportante y frenos traseros montados sobre el diferencial, con la correspondiente reducción de masa no suspendida. Todos estos elementos se incorporarían a la producción en serie durante las décadas de 1950 y 1960. Ciertamente, Vincenzo Lancia se había adelantado décadas a su tiempo...

Las líneas delicadamente elegantes del Lancia Musa 2003, y en particular su parrilla cromada, recuerdan a los modelos de la Edad de Oro de la marca turinesa. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.

SIGUIENDO LOS PASOS DE SU PADRE 

Gianni Lancia pretendía seguir los pasos de su padre construyendo una gama de automóviles excepcionales. En 1948, decidió sustituir el modelo Aprilia que tanto éxito había proporcionado al fabricante turinés durante más de una década. Durante la década de 1950, los años de la reconstrucción europea y el crecimiento económico, Lancia presentó un coche que se convertiría en un pionero internacional del automóvil por derecho propio: el Aurelia. Una vez más, Lancia iba a dejar una significativa huella en su época, en la más pura tradición de la marca turinesa.

De hecho, fue el primer coche del mundo en incorporar un motor V6 a 60° con embrague, caja de cambios y diferencial integrados y montados en el eje trasero. Otra característica innovadora era el uso de aluminio para gran parte de la carrocería. Cada nuevo modelo de Lancia era esperado con impaciencia por los entusiastas de la marca y sus competidores como una introducción a las nuevas tecnologías. Sin embargo, la situación financiera de Lancia en aquel momento era frágil. La recuperación económica tardó en materializarse y Lancia se vio gravemente afectada, al carecer de fondos para invertir en instalaciones de producción que respondieran a las nuevas demandas del mercado.

El ingeniero Vittorio Jano  se incorporó a Lancia en 1937, siendo responsable de dos de los principales modelos de la marca italiana, el Aprilia y el Aurelia. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.

INNOVAR PARA SOBREVIVIR

En 1951, la empresa, en graves dificultades, presentaba una solicitud a la CEPA (Administración de Cooperación Europea). La solicitud sería rechazada, pero Lancia recibiría ayudas del gobierno italiano entre 1951 y 1953, recibiendo pedidos para la producción de vehículos militares y autobuses. El apoyo gubernamental estaba motivado políticamente, ya que se consideraba a Lancia una parte importante de la industria italiana, en particular la planta de Bolzano, que empleaba a 2.500 personas en aquel momento. El resultado de esta ayuda económica fue el Appia, un coche pequeño y popular que sería fabricado durante diez años. Al mismo tiempo, el Aurelia demostró ser un potente y ágil coche de competición, cada vez más apreciado por los pilotos privados.

Gianni Lancia, ingeniero apasionado por las carreras, quiso implicar más activamente a la marca en la competición y así, en 1952, se creaba la «Scuderia Lancia». Gianni contó con el apoyo de ingenieros de gran talento como Vittorio Jano y Francesco De Virgilio quienes, a través del departamento de Investigación y Desarrollo de la marca, también trabajaron en futuros modelos como el Flaminia. La empresa participó regularmente en competiciones internacionales, pero su debut en la Fórmula 1 sería, desgraciadamente, un fracaso. La aventura terminó con la desaparición del equipo de fábrica, que fue vendido a Ferrari en 1955. Lancia, fuertemente endeudada, tuvo que abandonar la competición, mientras que la empresa fue adquirida por el industrial Carlo Pesenti, director general del grupo Italcementi.

Entre 1962 a 1993, la mayoría de los modelos de Lancia se fabricaron en la histórica planta de Chivasso, cerca de Turín, como en este caso el Fulvia. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.

UN NUEVO CONTEXTO MUNDIAL 

Cuando Carlo Pesenti asumió la dirección de Lancia, contrató al ingeniero Antonio Fessia como jefe del Departamento de Diseño. Fessia recibió el encargo de diseñar un coche de gama media que se posicionase entre el Flaminia de gama alta lanzado en 1957 y la pequeña y popular berlina Appia introducida en 1953. Bajo su dirección, se lanzó el Flavia en 1960, seguido del Fulvia en 1963, que se convirtió en una referencia en términos de estilo y prestaciones. El Fulvia también permitió a Lancia volver a la competición a través de la Escudería HF, la nueva división deportiva oficial de Lancia.

Sin embargo, Carlo Pesenti sería incapaz de proporcionar los fondos necesarios para desarrollar nuevos modelos tecnológicamente competitivos.

En consecuencia, en 1969 Lancia era adquirida por el Grupo Fiat SpA. Fue el Lancia Beta en 1972 el que revitalizaría la marca, seguido de otros éxitos comerciales como el Gamma en 1976, el Delta en 1979 y, más recientemente, el Y10 en 1985. Como parte de un vasto grupo multimarca, Lancia fue perdiendo poco a poco su antigua originalidad, al tiempo que intentaba conservar la imagen de fabricante sinónimo de elegancia italiana. En 1998, la marca turinesa formaba parte de la fusión Fiat-Chrysler-Daimler Benz, a la que siguió Fiat-Chrysler en 2014, antes de ser integrada en la nueva entidad Stellantis en 2021. En la actualidad, Lancia ha recuperado su antigua identidad al convertirse en una de las ramas de gama alta del nuevo grupo.

El Lancia Fulvia, aquí un Coupé diseñado por Pininfarina, fue el primer automóvil italiano en adoptar la tecnología de tracción delantera. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.

Dos instalaciones históricas

La historia industrial de Lancia está marcada por dos factorías que contribuyeron a su crecimiento económico. La más antigua es Borgo San Paolo, nombre de un barrio de Turín, que fue la sede de la empresa de 1911 a 1969. Vincenzo Lancia adquirió este complejo en 1910 para trasladar sus actividades empresariales, que hasta entonces habían estado ubicadas en las calles de la ciudad Via Ormea y Corso Dante. Después de la guerra, este emplazamiento, al igual que los de Verrone y Bolzano, quedó sobrecargado, por lo que en 1962 se inauguraba la nueva planta de Chivasso para albergar las líneas de producción del Flavia y el Fulvia. Chivasso, al este de Turín, sería el principal centro de producción de automóviles Lancia hasta 1993.

EL TRIUNFO DE LOS INGENIEROS

Durante la guerra, el departamento de Investigación y Desarrollo de Lancia se había trasladado a un lugar secreto en Padua, donde se trabajó en la modernización de los Ardea y Aprilia existentes, al tiempo que se preparaba el futuro Aurelia. Los dos principales ingenieros italianos que contribuyeron a este modelo fueron Vittorio Jano (1891-1965) y Francesco De Virgilio (1911-1995). El primero se incorporó a Ferrari en 1955, cuando la Scuderia Lancia se retiró de la competición. De Virgilio se incorporó al departamento de diseño de Lancia en 1939 y trabajó en el desarrollo de los motores V6 que impulsarían los modelos de producción en serie, así como prestigiosos coches de carreras como el Stratos y el Beta Montecarlo. Entre los artífices del renacimiento de Lancia en la posguerra se encontraba Antonio Fessia (1901-1968), creador de la segunda generación del Appia, así como del Flaminia, Flavia y Fulvia, que fueron los modelos insignia de la gama Lancia durante las décadas de 1950 y 1960.

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