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Lancia Appia
Lancia Appia
LA HERMANA PEQUEÑA DEL AURELIA
Esta berlina presentada en 1953 poseía todo el refinamiento estético y las cualidades técnicas por las que Lancia era famosa en aquella época.
Los años 50 fueron un periodo de efervescencia sin precedentes para los fabricantes de automóviles, que trataban de reactivar sus instalaciones de producción. Las apuestas económicas eran muy elevadas, tanto para los modelos de prestigio como para los vehículos más populares, que desempeñaban un papel cada vez más importante en la vida cotidiana. El automóvil pasó a ser considerado como un símbolo de emancipación, libertad y éxito social. Por ello, en la primavera de 1953, Lancia decidía lanzar un automóvil para sustituir al Ardea.
En este catálogo del modelo del año 1953, el Lancia Appia se presentaba como una berlina familiar compacta cuyas líneas eran muy similares a las del Aurelia B10. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
NIVEL DE ENTRADA
Este nuevo modelo, denominado Appia, era presentado en el 35º Salón Internacional del Automóvil de Turín, en abril de 1953. Rivalizaba con el Austin A40, el Fiat 1100-103, el Peugeot 203, el Simca Aronde, el Opel Olympia Rekord y el Ford Consul en la gama de berlinas compactas. Gianni Lancia, quien había asumido la dirección de la empresa en 1937 tras la muerte de Vincenzo, fundador de la marca, había decidido dar prioridad al lanzamiento del Aurelia en 1950. Al mismo tiempo, empezó también a trabajar en los estudios técnicos para sustituir al Ardea. Su deseo era el de mantener un modelo de entrada de gama y así apoyar al Aurelia en el catálogo de la marca turinesa. Sin embargo, en Lancia, gama de entrada no significaba gama baja, ni mucho menos. El pequeño Appia se distinguía por las innovaciones tecnológicas tan apreciadas en Lancia y que eran bastante inusuales en aquella época para un coche de vocación popular. Incapaz de competir con el gigante Fiat en términos de volumen de producción y, por tanto, de precio de venta, Lancia enfatizaba claramente una sofisticación a la que los clientes se habían habituado.
La segunda generación del Appia, introducida en 1956, tenía una parte trasera saliente que le daba un aspecto más moderno que el de su predecesor. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © © Lancia D.R.
EL PEQUEÑO AURELIA
Esta berlina bastante lujosa, muy ágil y de estilo similar al Aurelia B10, disfrutaría inmediatamente de una favorable acogida. Desde ese momento, su carrera se extendería a lo largo de diez años, durante los cuales más de 109.430 unidades serían producidas, contando todas las versiones, al tiempo que numerosos nuevos modelos nuevos. Durante esa misma época, Lancia ofrecía su ingenioso chasis como plataforma desnuda a los principales carroceros italianos, como Pinin Farina, Vignale, Allemano y Zagato, sobre los que proponían las realizaciones más deportivas y elegantes.
El Appia básico estaba dotado de una estructura autoportante rígida y ligera, con ruedas delanteras independientes, suspensiones telescópicas y un motor de 4 cilindros en V particularmente estrecha (10°) y con culata de aluminio. La mayor parte de las evoluciones técnicas del motor fueron obra de Vittorio Jano, un prolífico y talentoso ingeniero a quien Lancia debía muchos de sus éxitos deportivos. La carrocería, que ofrecía un habitáculo muy espacioso, seguía fiel a las puertas opuestas y sin montante central. La rigidez del conjunto se veía reforzada por los enormes pilares laterales y el voluminoso túnel de transmisión.
La tercera serie de Appia, que se distinguía por su calandra horizontal, conservaba las características puertas opuestas sin montante central © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
UN NUEVO COMIENZO
La segunda generación del Appia era presentada en el Salón del Automóvil de Ginebra en marzo de 1956. Su carrocería de tres volúmenes era más moderna, pero su personalidad era menos firme que la de la versión anterior, hasta tal punto que casi podía ser confundido con un modelo nuevo. La distancia entre ejes se extendía en 3 cm y el motor, con una nueva culata y un nuevo carburador Solex 32 PBIC, veía aumentada su potencia hasta los 43,5 CV. Este Appia 2, diseñado por el Profesor Antonio Fessia, que acababa de asumir la dirección técnica de Lancia, se revelaría como la berlina de 1.100 más brillante y lujosa del mercado europeo de la época.
Con el Appia, Lancia lograba un avance significativo en el sector de los automóviles pequeños y de vocación popular.© IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
Ficha de datos
Lancia Appia C10 (1953)
• Motor: Tipo C10, 4 cilindros en V a 10° 14', delantero, longitudinal
• Cilindrada: 1.089,51 cm3
• Diámetro x carrera 68 mm x 75 mm
• Potencia: 38 CV a 3.800 rpm
• Alimentación de combustible: carburador vertical invertido Solex 30 BI
• Encendido: Bobina Marelli B17A y distribuidor Marelli S54C
• Distribución: 2 árboles de levas laterales, 2 válvulas en V a 67° por cilindro
• Transmisión: tracción trasera, caja de cambios de 4 velocidades + M.A.
• Neumáticos: 5.60 x 15 (delanteros y traseros)
• Frenos: tambores (delanteros y traseros), accionamiento hidráulico
• Longitud: 3865 mm
• Anchura: 1420 mm
• Altura: 1422 mm
• Distancia entre ejes: 2480 mm
• Vía delantera; 1178 mm
• Vía trasera; 1182 mm
• Peso (vacío) 820 kg
• Velocidad máxima: 120 km/h
EL LANCIA APPIA EN CARRERA
A pesar de haber sido concebido como una berlina familiar, el Appia demostró ser un pequeño deportivo formidable en la categoría Touring. En sus comienzos, el Appia era inscrito por conductores amateur en competiciones de menor importancia, pero ocasionalmente lograría algunos resultados notables, como el 2º puesto en su categoría en el Rally Sestriere de 1953, y la victoria en la categoría de 1.001-1.300 cm3 en el Tour de Córcega de 1956 (7º en la general). Su carrera en competición despegó realmente en 1957, cuando la CSAI (Commissione Sportiva Automobilistica Italiana) homologaba oficialmente el Appia Zagato en la categoría "Gran Turismo". En mayo, vencía las Mille Miglia en la categoría de 1.001-1.100 cm3. Este éxito se repetiría en la clásica italiana en 1958, 1959 y 1961, así como en el Rally Acrópolis de 1962 y en el Rally dei Fiori (Sanremo) de 1963. El Appia Zagato también lograría el tercer puesto en la categoría de Resistencia en las famosas 12 Horas de Sebring en 1959. El Lancia Appia Zagato también se adjudicaba nada menos que 10 campeonatos italianos de turismos en su clase entre 1957 y 1965, así como dos campeonatos italianos de Montaña en 1959 y 1965. Por otro lado, el motor del Appia también era utilizado por pequeños fabricantes italianos para propulsar monoplazas de Fórmula Junior.