UNA LECCIÓN DE ESTILO 

En su discurso, Jean-Pierre Ploué resumía así la nueva gama Lancia: 'Hemos tomado la esencia del ADN, los valores, los códigos y, sobre todo, ningún diseño retro. Lancia siempre seguirá siendo moderna. Para ello, utilizamos elementos típicos de la marca, como las luces redondas que estarán presentes en el Ypsilon, mientras que el frontal recuerda inequívocamente el histórico cáliz de Lancia'. El diálogo entre pasado y futuro se refleja en las líneas fluidas del lateral que descienden hacia la parte trasera del coche, recordando a las del Aurelia y el Flaminia, con un diseño elegante basado en la aerodinámica y los volúmenes fluidos.

En la parte delantera, se ha reinterpretado la histórica parrilla del radiador de Lancia, ahora representada por rayos de luz que se reflejan en varios elementos de la carrocería: luces traseras, intermitentes y llantas. Grandes superficies de vidrio proporcionan al interior una iluminación natural. El resultado es un espacio que se siente como un cálido nido, y que te hace sentir como en casa en este coche. Además, el innovador techo con abertura circular ofrece una amplia visión panorámica. La tradición en el diseño italiano de mobiliario ha sido aplicada al interior del coche, que recuerda al interior de una casa. En particular, el elemento central redondo multifuncional puede compararse con una mesa de café. Esto también se refleja en la alfombra redonda y en los asientos delanteros, que se inspiran en los sillones Maralunga diseñados por Vico Magistretti para Cassina. Junto con la marca Lancia, este fabricante italiano de muebles de lujo se embarcó en una original colaboración en materia de diseño.