BUQUE INSIGNIA

La concepción del Thema, que debía sustituir al Beta a medio plazo, comenzó en 1979. Para la carrocería, Lancia recurría al estudio de estilismo turinés Italdesign, dirigido por el talentoso diseñador Giorgio Giugiaro, el mismo que había diseñado anteriormente el Delta. El Thema destacaba por sus líneas sobrias, clásicas y elegantes. Estaba propulsado por un motor de 2 litros, cuatro cilindros y 120 CV con inyección de combustible, mientras que su versión Turbo producía 165 CV, y un V6 PRV de 2,8 litros y 150 CV. El comportamiento en carretera y la maniobrabilidad del Thema estaban perfectamente adaptados a la potencia ofrecida. Además, su tracción delantera proporcionaba un nivel de equilibrio y seguridad que la mayoría de los modelos de tracción trasera no podían igualar en carreteras mojadas. Sin embargo, Lancia empezaba a pensar que el nuevo modelo insignia de la marca bien podría estar equipado con un motor más noble y más potente. 

Desde hacía algunos años, el Grupo Fiat, que había adquirido la marca en 1969, quería posicionarla en una categoría de gama alta. Al mismo tiempo, Alfa Romeo, que pasaba a formar parte del Grupo Fiat en 1986, se orientaría hacia el segmento de los deportivos. Esto no dejó de confundir al público, ya que Lancia evocaba la imagen de la competición, sobre todo con el último Delta S4 inscrito en Grupo B en rallyes.