Fiat se diferencia de otros fabricantes de automóviles de su época por los orígenes de su creación. En la Italia unificada de finales del siglo XIX, varias mentes perspicaces se dieron cuenta de que el subdesarrollo industrial de su país en relación con otras naciones europeas podía ser un obstáculo para su independencia económica y, en consecuencia, política. Un visionario ingeniero, Giovanni Agnelli, consiguió unir a un grupo de personas de buena voluntad para crear una marca de automóviles decididamente popular.
Con 11 millones de unidades vendidas entre 1983 y 1995, el pequeño Uno es el mayor éxito comercial de la historia de Fiat. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
En aquella época, Italia carecía de empresas comparables a Peugeot en Francia o Benz en Alemania, así como de un número suficiente de ingenieros e inventores de alto nivel capaces de materializar planes relacionados con el transporte moderno. En este contexto, el 1 de julio de 1899, Giovanni Agnelli reúne en el Palazzo Bricherasio de Turín a treinta influyentes personalidades de los sectores financiero, técnico y empresarial para constituir la Società Anonima Fabbrica Italiana Automobili Torino. Entre los accionistas figuraban los futuros líderes de la industria automovilística italiana, como los industriales Giovanni Battista Ceirano y Virginio Tedeschi, los pilotos de competición Felice Bazzaro y Vincenzo Lancia, y Joseph Farina, padre del diseñador Gian-Battista Pinin Farina. Un impresionante elenco.
El Fiat 131 Abarth del Grupo 4 ganó tres veces el Campeonato Mundial de Rally. En la imagen aparecen Markku Alén e Ilkka Kivimärki, que terminaban terceros en el Rally de Montecarlo de 1979. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
UN COCHE PARA TODOS
Desde el principio, la ambición de Fiat era la de convertirse en una empresa de importancia nacional, capaz de producir rápidamente automóviles para tantas personas como fuera posible. Agnelli sabía que, para tener éxito, tendría que renunciar a tecnologías innovadoras que, de ser desarrolladas internamente, supondrían una pérdida de tiempo y de dinero. Así, el primer Fiat 3,5 CV, lanzado en 1899, se basaba en un modelo que ya producido por la empresa Ceirano.
El primer modelo fabricado en serie fue el Tipo Cero 12/15 CV de 1912, un modelo especialmente económico gracias a los métodos de producción inspirados en el “Fordismo”. En 1921, el primer automóvil popular sería el 509, el primer Fiat vencedor del Rally de Montecarlo. Le siguieron, antes de la guerra, el 508 Balilla de 1931 y, sobre todo, el 500 Topolino de 1936. Tras la llegada de Gianni Agnelli, nieto del fundador, quien tomaba la dirección de la empresa en 1966, los coches Fiat pasarían a recibir nombres basados en el número 100, empezando por el 124.
Lo siguieron modelos muy populares como el 128 en 1969, el 127 en 1971 y el 131 en 1974. Con el Ritmo de 1978, los modelos Fiat empezaron a adoptar nombres comunes: Panda, Punto, Uno, Chroma... Desde sus inicios, Fiat empezó a invertir en sectores distintos del automóvil, como los vehículos comerciales en 1899, los vehículos pesados (Fiat VI) en 1907, la aviación en 1918, el material ferroviario en 1922 y el equipamiento militar en 1937.
Uno de los coches familiares más populares de todos los tiempos es el Fiat 500. Más de 80 años después de su lanzamiento, sigue siendo uno de los grandes modelos clásicos de la empresa turinesa. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
LA SCUDERIA FIAT CORSE
Como muchos otros fabricantes a principios del siglo pasado, Fiat se lanzaba a la competición al tiempo que los primeros grandes eventos fueron organizados. Los mejores pilotos del momento fueron contratados, y en 1907 Felice Nazzaro se imponía en el Gran Premio ACF con su Fiat Corsa de 130 CV, y después en la Targa Florio por delante de Vincenzo Lancia, quien también conducía un Fiat. Después de la guerra, Fiat volvería a ganar la Targa Florio en 1919, y pasando posteriormente a los Grandes Premios, victorias de Felice Nazzaro en el GP ACF y Pietro Bordino en el GP de Italia en 1922 al volante de su Fiat 804.
El 12 de julio de 1924, el Fiat Mefistofele de 6 cilindros y 22 litros, pilotado por Ernest Eldridge, registraba el récord mundial de velocidad con 234,97 km/h en la carretera de Orleans. La aventura de Fiat en los Grandes Premios llegaba a su fin en 1927 con el último éxito de Bordino en el GP de Milán. A partir de los años 50, a pesar de que los Fiat eran inscritos regularmente en rallies, su participación sería siempre estrictamente privada. Fiat hizo su regreso oficial en 1972 con el 124 Spider Abarth, ganando el Rally Acrópolis y el título de Campeón de Europa.
Gracias a consistentes clasificaciones, Fiat terminaba 2ª en el Campeonato del Mundo de Rallyes entre 1973 y 1975. A partir de 1976, el Fiat alineaba el exitoso 131 Abarth Rally en el Grupo 4. Este coche permitió a Fiat vencer el Campeonato del Mundo de Constructores en 1977, 1978 y 1980, mientras que Markku Alén y Walter Röhrl se adjudicaban el de pilotos en 1978 y 1980 respectivamente. Dos años más tarde, sería el Lancia 037 Rally Grupo B el defensor del Grupo Fiat en competición.
Lanzado en 1966, con la llegada de Gianni Agnelli, el 124 berlina se produjo bajo licencia en países que iban desde la URSS hasta Corea del Sur, Marruecos y Turquía. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
La línea de montaje del Fiat 500 Topolino, después de la guerra, en las históricas instalaciones de Mirafiori, en las afueras del sur de Turín. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Lancia D.R.
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