Lancia Thema 8.32

Instalado en lo más alto de la gama Lancia, el Thema 8.32 es una berlina de prestigio que ofrece elevadas prestaciones y se beneficia de un alto nivel de acabado, tanto desde el punto de vista mecánico como por su presentación interior particularmente lujosa. Este "Ferrari de cuatro puertas", como a veces se le apodaba en el momento de su lanzamiento, es el heredero de una alianza entre Turín y Maranello que se remonta a mediados de los años 50, cuando los Lancia Ferrari se cubrían de gloria en los circuitos.

El Lancia Thema, presentado en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1984, era el resultado de la fructífera colaboración entre Fiat, Lancia, Saab y Alfa Romeo, conocida como Proyecto Tipo 4. Era el primer automóvil construido sobre esta nueva plataforma. Esta colaboración industrial daría lugar al Fiat Croma y al Saab 9000 en 1985, seguidos poco después por el Alfa Romeo 164 en 1987. El Thema era el modelo que debía reposicionar a la marca turinesa en la categoría de berlinas de gama alta.

BUQUE INSIGNIA

La concepción del Thema, que debía sustituir al Beta a medio plazo, comenzó en 1979. Para la carrocería, Lancia recurría al estudio de estilismo turinés Italdesign, dirigido por el talentoso diseñador Giorgio Giugiaro, el mismo que había diseñado anteriormente el Delta. El Thema destacaba por sus líneas sobrias, clásicas y elegantes. Estaba propulsado por un motor de 2 litros, cuatro cilindros y 120 CV con inyección de combustible, mientras que su versión Turbo producía 165 CV, y un V6 PRV de 2,8 litros y 150 CV. El comportamiento en carretera y la maniobrabilidad del Thema estaban perfectamente adaptados a la potencia ofrecida. Además, su tracción delantera proporcionaba un nivel de equilibrio y seguridad que la mayoría de los modelos de tracción trasera no podían igualar en carreteras mojadas. Sin embargo, Lancia empezaba a pensar que el nuevo modelo insignia de la marca bien podría estar equipado con un motor más noble y más potente. 

Desde hacía algunos años, el Grupo Fiat, que había adquirido la marca en 1969, quería posicionarla en una categoría de gama alta. Al mismo tiempo, Alfa Romeo, que pasaba a formar parte del Grupo Fiat en 1986, se orientaría hacia el segmento de los deportivos. Esto no dejó de confundir al público, ya que Lancia evocaba la imagen de la competición, sobre todo con el último Delta S4 inscrito en Grupo B en rallyes.

UNA JOYA MECÁNICA

La idea de introducir un V8 Ferrari en la nueva berlina de Lancia tomaba forma en 1985. La idea había sido sugerida por André Chardonnet, importador de Lancia en Francia, y en el Salón del Automóvil de Turín de abril de 1986 la gama Thema se completaba con el modelo 8.32 (de 8 cilindros y 32 válvulas). Aunque Lancia y Ferrari ya colaboraban en aquel momento, con el motor V8 de 2,6 litros de Maranello instalado en los prototipos deportivos Lancia LC2 desde 1983, el Commendatore Enzo Ferrari se negó categóricamente a que este modelo llevara su nombre. De hecho, ni el nombre Ferrari ni el emblemático "Cavallino Rampante" aparecían sobre la carrocería del Thema 8.32. El plan inicial era utilizar el V8 Ferrari de 3,2 litros del último Ferrari 328, pero con sus 270 CV, resultaba inadecuado para el Thema y su tracción delantera. Finalmente, el motor seleccionado era el del viejo 308 Quattrovalvole, que había sido "desinflado" y modificado por Lancia para darle más par y hacerlo menos brutal, lo que resultaba más adecuado para una venerable y pesada berlina de carretera que para el ágil y ligero coupé del que procedía. El motor V8 de Ferrari se acoplaba con la caja de cambios del Thema Turbo IE, rediseñada para soportar revoluciones máximas superiores a 7.000 rpm.

CONSTRUCCIÓN LUJOSA

El Lancia Thema 8.32, propulsado de esta manera, estaba destinado a sacudir la jerarquía de berlinas potentes dominada por los alemanes, ya que sólo el BMW M5 podía rivalizar con él. Lla construcción de este modelo fue objeto de un especial cuidado y atención. Cada coche se fabricaba bajo pedido, a un ritmo de 6 a 7 unidades al día, y cada uno se probaba en carretera, como un Ferrari, antes de ser entregado. Los clientes podían elegir el nivel de equipamiento y recoger su coche personalizado en la fábrica. El interior era de alto standing, con cuero Poltrona Frau y acabado de raíz de nogal. Se podía equipar con techo solar eléctrico, asientos calefactados, teléfono e incluso televisión en los asientos traseros. La Serie 2, presentada en 1989, veía reducida la potencia del motor a 205 CV con la instalación de un catalizador en respuesta a las nuevas normas anticontaminación. Un nuevo sistema de suspensión con amortiguadores Boge controlados electrónicamente mejoraba el confort de conducción y el comportamiento rutero de esta berlina.