Pininfarina

Diseñador preferido de Ferrari desde 1952, así como de muchos otros fabricantes como Peugeot, Pininfarina siempre se ha esforzado para crear carrocerías para automóviles eminentemente deportivos a un precio relativamente asequible. A su fundador, Gian-Battista Pinin Farina, le gustaba decir de su trabajo: «Nuestro estilo es sinónimo de sentido de la proporción, sencillez y armonía en el diseño, para que después de mucho tiempo siga siendo algo más que un mero recuerdo de belleza».

Con la creación de Carrozzeria Pinin Farina en 1930, la primera ambición de Gian-Battista era la de realizar carrocerías a medida para clientes adinerados, al igual que la mayoría de sus competidores de la época. Sin embargo, su proyecto más preciado era, ya entonces, la producción de pequeñas series en lugar de vehículos individuales. Efectivamente, según él, el automóvil perfecto debía producirse en cantidad con el fin de recuperar los costes de un prototipo. Su lema era «un automóvil único en su género para múltiples clientes» ... Y, en efecto, Pininfarina fue indiscutible precursor entre los carroceros italianos y europeos al dejar de ser una casa de modas y decidir producir automóviles a escala industrial, gracias sobre todo a asociaciones con grandes fabricantes.

PILAR FUNDAMENTAL DE LA CARROCERÍA ITALIANA 

La saga Pininfarina comenzaba mucho antes de la creación de la empresa de diseño, con los «Stabilimenti Industriali Giovanni Farina» fundados en 1906 en Turín. Junto con su hermano Gian-Battista, Giovanni producía carrocerías para fabricantes como De Dion-Bouton, Lancia y Peugeot. Allí se formarían futuras leyendas del diseño, como Felice Boano, Alfredo Vignale y Pietro Frua. El 22 de mayo de 1930, Gian-Battista Pinin Farina se asociaba con Giovanni Battista Devalle, Gaspare Bona, Pietro Monateri, Arrigo De Angeli y Vincenzo Lancia para fundar la «Società anonima Carrozzeria Pinin Farina» en el 107 de Corso Trapani, en Turín. 

Antes de la guerra, la actividad de la empresa se centraba principalmente en el diseño y la fabricación de componentes para Lancia, Alfa Romeo, Fiat, Hispano Suiza e incluso Rolls-Royce. Aunque Gian-Battista era un autodidacta, tuvo la intuición de que las carrocerías curvas que tanto le gustaban tenían su influencia en el comportamiento aerodinámico de los vehículos. Un principio que se ilustraba perfectamente con el coupé Aerodynamica, desarrollado a partir de 1936 sobre un chasis de Lancia Aprilia. Este particular estilo sería adoptado para la mayoría de las carrocerías diseñadas por Pinin Farina antes de la guerra. Algunos de los ejemplos más llamativos son el cabriolet Lancia Astura y el Fiat 2800 de 1938, así como el deportivo Alfa Romeo 6C 2500 SS cabriolet sport de 1939.

EL AUGE DE LA POSGUERRA 

La guerra interrumpía temporalmente la actividad de la empresa, que se veía truncada en el punto álgido de su crecimiento. Sus instalaciones de Turín eran requisadas para el esfuerzo bélico y posteriormente destruidas. En 1946, Pinin Farina reanudaría su ruta industrial, asociándose con fabricantes como Nash, Dodge y General Motors en Estados Unidos. En Europa, sus colaboraciones más notables incluyeron a Peugeot, con el 403 en 1955, y sobre todo a Ferrari, relación que se mantiene hasta nuestros días.

Sergio Pininfarina consiguió incluso convencer al Commendatore de adoptar un motor central para el prototipo del Dino 206 GT de 1965. 

Mientras tanto, Pinin Farina pasaba progresivamente a la producción en pequeñas series, en particular con el Alfa Romeo Giulietta Spider, del que se construyeron 4.000 unidades en 1959. Para ampliar su actividad, una nueva fábrica era construida en 1957 en Grugliasco, a las afueras de Turín, a la que seguiría otra en San Giorgio Canavese en 1986, donde se fabricaría el Peugeot 406 coupé. El crecimiento de Pininfarina fue tan importante que en 1986 la empresa iniciaba su cotización en la bolsa de Milán. La empresa siguió creciendo gracias a una asociación con Mitsubishi en 1999 y a la adquisición de Matra Automobile Engineering en 2003. A finales de 2015, una serie de reveses económicos provocaron la absorción de Pininfarina Spa por el fabricante de automóviles indio Mahindra.