Porsche 928

Aunque este Gran Turismo lanzado en 1977 no tuvo ni mucho menos el éxito del modelo insignia de la marca de Stuttgart, fue sin embargo un hito en la historia de Porsche. El 928 fue el primero en tener un motor V8 instalado en la parte delantera, pero también en ofrecer un equipamiento y unos accesorios de muy alta calidad a un precio razonable. Estas opciones técnicas y estéticas se desarrollaron para atraer al mercado norteamericano.

A principios de los años 70, con el estallido de la crisis del petróleo, se endurecieron las normas medioambientales y de seguridad estadounidenses. El 911, que representaba más de la mitad de las ventas de Porsche en Estados Unidos, estaba bajo presión. Ernst Fuhrmann, el nuevo CEO de la firma  de Zuffenhausen, se planteó la sustitución del 911 a medio plazo y encargó un estudio sobre un coupé 2+2 que pudiera competir en la categoría GT. A diferencia del pequeño 924, que fue desarrollado en paralelo con el Grupo Volkswagen, el futuro 928 debía ser una producción 100% Porsche. La idea era diseñar un modelo 911 mejorado en todos los aspectos, con tecnología innovadora y prestaciones de coche deportivo, ofreciendo al mismo tiempo un alto nivel de confort y seguridad.

Un diseño futurista 

Los primeros estudios del futuro 928 (nombre en clave EA 425) se realizaron en el verano de 1970 bajo la dirección de Helmut Bott, jefe de desarrollo de Porsche. El 21 de octubre de 1971 se redactaron las especificaciones y se entregó el proyecto al nuevo Centro de Investigación y Desarrollo de Porsche en Weissach. El ingeniero de chasis Wolfhelm Gorissen fue puesto al mando, asistido por Wolfgang Eyb y Helmut Flegl. El objetivo era tener el coche en producción a finales de 1975. Las primeras pruebas aerodinámicas en el túnel de viento se llevaron a cabo en febrero de 1972 bajo la dirección del diseñador Anatole Lapine, asistido por Wolfgang Möbius, quienes lograron alcanzar un excepcional Cx de 0,39. El nuevo V8 estaba en el banco de pruebas en enero de 1973 y el primer prototipo estaba operativo en abril de 1974. Tras un preestreno para la prensa en febrero de 1977 en la Costa Azul, el Porsche 928 se presentó oficialmente al público en marzo siguiente en el Salón del Automóvil de Ginebra. Desde el primer momento, el nuevo Porsche era amado u odiado, pero sobre todo sorprendía a la mayoría de las personas que lo descubrían. Su carrocería, con un capó inclinado en la parte delantera y una silueta redondeada en la parte trasera, le daba la apariencia de un platillo volante con una estética puramente funcional... La prensa especializada quedó convencida y le otorgó el prestigioso título de "Coche Europeo del Año" en 1978.

Tecnología “Transaxle” 

La carrocería autoportante es de chapa de acero galvanizado, con algunos elementos como las puertas, el capó y las aletas de aluminio. El 928 cuenta con un motor colocado longitudinalmente en la parte delantera, mientras que el conjunto de caja de cambios más diferencial se sitúa sobre el eje trasero para una mejor distribución del peso. Este sistema, denominado "Transaxle", ya había sido estudiado por Ferdinand Porsche para un coche de carreras de Mercedes de preguerra. Bajo el capó se encuentra un motor V8 de 4,5 litros extremadamente compacto, fabricado en aluminio y refrigerado por agua, una elección realizada para atraer a los clientes estadounidenses. Un tubo rígido que encierra la transmisión conecta el motor con la caja de cambios, situada delante del eje trasero. El eje trasero es del nuevo tipo "Weissach" y contribuye significativamente a las extraordinarias características de conducción del 928 gracias a su diseño de doble triángulo. La transmisión es manual de 5 velocidades, pero también está disponible como opción una automática de 3 velocidades de Daimler-Benz, así como un diferencial autoblocante ZF del 911. La frenada mediante doble circuito hidráulico está a cargo de cuatro discos ventilados.