Aunque oficialmente se llamaba 906 Coupé, la última incorporación al departamento de competición de Porsche pronto se denominaría Carrera 6, continuando así la tradición de otorgar esta prestigiosa etiqueta a los modelos más exitosos de la empresa de Zuffenhausen, en recuerdo de los logros de Porsche en la famosa Carrera Panamericana de la década anterior. El Carrera 6 ganó no sólo la recién creada clase Sport, sino también la clase Prototipo.
El Carrera 6 ofrecía múltiples ventajas: ligereza, fiabilidad, aerodinámica… tan efectivo que lo veríamos en Le Mans hasta 1968. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Archives & Collections Dominique Pascal
En el Campeonato Europeo de Montaña de 1965, el Porsche 904 Spyder, apodado "Känguru" y conducido por Gerhard Mitter y Anton Fischhaber, era superado regularmente por el Dino Ferrari 206 de Ludovico Scarfiotti. Los pilotos de Porsche se quejaban constantemente del manejo de su coche y por ello se decidió crear uno nuevo con urgencia para el final de la temporada. El nuevo Spyder fue construido en pocas semanas y debutó el 25 de agosto en la subida en cuesta de Ollon-Villars, en Suiza, otorgando a este efímero chasis el nombre de Spyder "Ollon-Villars". El campeonato de 1965 estaba perdido para Porsche, pero el departamento de carreras tenía ahora una excelente base para lo que sería el 906 Coupé, o Carrera 6.
Tres de los seis Porsche 906 inscritos en las 24 Horas de Le Mans de 1966, siendo el nº 32 de la parte trasera una versión de cola larga. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Droits réservés
Una nueva era
El hombre que orquestó la llegada de este coche, considerado el primer Porsche de la era moderna, no fue otro que Ferdinand Piëch, sobrino de Ferry Porsche, quien lo había nombrado Director de Investigación y Desarrollo. Como tal, también era responsable de las actividades de competición de la empresa con sede en Zuffenhausen. Entre todos sus proyectos, las subidas en montaña eran la especialidad más cercana a su corazón, ya que gozaba de gran prestigio internacional. Mientras tanto, la Federación Internacional del Automóvil había publicado un nuevo reglamento para 1966.
En la categoría Gran Turismo, en la cual Porsche había vencido en cuatro veces consecutivas, se hacía obligatorio producir 2.500 ejemplares para obtener la homologación de un nuevo modelo. Esto lo hacía económicamente inviable para un pequeño fabricante como Porsche, por lo que, con renovadas energías, la marca de Stuttgart entraría en la nueva categoría Sport, que se había relanzado ese mismo año. Esta categoría, que solamente requería una producción de 50 unidades, permitía fabricar, con un presupuesto más económico, modelos de competición más cercanos a los Prototipos que a los GT. Así, tras los recientes reveses en el Campeonato de Montaña, Porsche se volcó con gran ambición en la categoría Sport del Campeonato Mundial de Coches Sport.
Las aletas delanteras del Carrera 6 son muy prominentes para dar cabida a las grandes ruedas de 15 pulgadas. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Archives & Collections Dominique Pascal
Chasis tubular
Su debut en las carreras estuvo a la altura de las expectativas, ya que el Carrera 6 ganó su categoría en las 24 horas de Daytona (Hans Herrmann-Herbert Linge) y luego la famosa Targa Florio (Willy Mairesse-Herbert Müller). A estos éxitos les siguieron numerosas victorias de clase: Sebring, Nürburgring, Mugello, Brands Hatch, Zeltweg, lo que permitió conquistar el Campeonato del Mundo de 1966 en las categorías Prototipo de menos de 2 litros y Sport de menos de 2 litros... Para ahorrar tiempo y dinero en la construcción, varios elementos mecánicos procedían del 904 GTS, como los discos de freno, fabricados en berilio, con pinzas de doble pistón ATE-Dunlop, así como los porta bujes y ruedas suministradas por Lotus. La principal innovación era la estructura del bastidor, que era completamente portante y consistía en un entramado multitubular de tubos de acero de sección circular. La empresa "Karrosseriewerk Weinsberg" se encargó de su construcción, y el ingeniero Wilhelm Hild fue enviado desde Zuffenhausen para supervisar su producción. La carrocería estaba compuesta por piezas desmontables de resina de poliéster reforzada con fibra de vidrio.
La silueta resulta especialmente limpia y fluida, con elegantes puertas de ala de gaviota que se abren hacia arriba, siguiendo el principio creado por Mercedes para su 300 SL. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. Crédits photo © Archives & Collections Dominique Pascal
Un motor del 911
Un total de 65 "Carrera 6" serían producidos, 52 de ellos con el chasis original, nueve prototipos 906 E con el motor de inyección de combustible de 6 cilindros (225 CV) y cuatro prototipos 906/8 con el motor de 8 cilindros y 2,2 litros (275 CV). Para las 24 Horas de Le Mans, se desarrolló una versión LH con carrocería alargada hasta los 4,60 metros de longitud, 635 kg de peso y 300 km/h de velocidad punta. El motor de 6 cilindros del 906 derivaba de el del 911 estándar. Para ahorrar peso, el bloque era de Elektron, mientras que las culatas eran de Silumin y los cilindros de aluminio, con bielas de titanio. De esta forma, el peso del seis cilindros plano original se redujo de 200 a 143 kg, a la vez que entregaba 210 CV a 8.000 rpm (frente a los 130 CV del 911) con un par máximo de 20,1 kg a 6.000 rpm. El embrague monodisco y la transmisión se complementaban con un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado tipo ZF.
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