Vehículos comercialesLancia

Durante más de seis décadas, los vehículos comerciales de Lancia se han caracterizado por la meticulosa manufactura y la tecnología de vanguardia que siempre han sido el sello distintivo de la marca turinesa. Han sido escasos los fabricantes de gama alta que, como Lancia, han construido conjuntamente berlinas de lujo, camiones y autobuses con el mismo espíritu de sofisticación. El nada despreciable aspecto económico de los vehículos ofrecidos se vio ampliamente compensado por una inigualable reputación de solidez y fiabilidad. Una vez más, se trataba de un gran éxito industrial que reflejaba la profunda identidad de la marca.

Muchos aficionados a la marca Lancia desconocen que, además de automóviles deportivos dotados de brillantes mecánicas, el fabricante turinés también producía una gama de camiones y vehículos comerciales igual de potentes y elegantes. Inicialmente, el objetivo era producir una gama paralela que sirviese como sustento del negocio y las finanzas de la empresa, si bien los vehículos industriales y comerciales de Lancia se afirmarían como modelos capaces de competir con fabricantes históricamente concentrados en dicho sector.

LA DEMANDA MILITAR 

Tan sólo seis años después de la fundación de Lancia en Turín, en 1906, se creaba la división Veicoli Industriali como respuesta a la demanda del ejército italiano para el suministro de vehículos comerciales destinados a su campaña colonial en Libia. En 1915, la fábrica Lancia era requisada para contribuir al esfuerzo bélico y suministraría chasis Theta transformados en vehículos de mando, así como vehículos comerciales ligeros 1.ZM rebautizados posteriormente Jota y Djota (chasis cortos) utilizados para remolcar artillería, transporte de tropas y también como ambulancias.

Esta diversidad de adaptaciones seguiría siendo una característica habitual de la gama industrial y utilitaria de Lancia. Después de la Gran Guerra, la empresa Lancia continuó desarrollando esta actividad, concentrándola en la factoría construida en Bolzano en 1935. Allí eran ensamblados los autocares Omicron, de gran éxito hasta 1937, así como una gama de vehículos pesados polivalentes, desde el Ro 265 hasta el 3Ro, en producción hasta 1949. Paralelamente, de 1942 a 1946 se fabricó la serie Esaro de camiones militares.

LA FÁBRICA DE BOLZANO  

La fábrica más antigua de Lancia se encontraba en Borgo San Paolo, en un barrio de Turín. A partir de 1911, este centro de producción sería también la sede de la empresa, hasta la adquisición por parte de Fiat en 1969. Durante el periodo de entreguerras, Vincenzo Lancia, al igual que muchos otros fabricantes italianos, se vio obligado a responder a la demanda del gobierno fascista para establecer centros de producción en determinadas regiones que habían sido incorporadas al Estado italiano en 1919, como parte de un vasto plan de nacionalización económica impuesto por el Estado. En marzo de 1935, Lancia adquiría terrenos en Bolzano, en la región de Trentino-Alto Adigio (antiguo Tirol del Sur), cerca de la frontera con Austria, con el fin de construir una nueva factoría.

La misma entraba en funcionamiento en junio de 1937, absorbiendo progresivamente la producción de la división de vehículos comerciales de Lancia Veicoli Industriali, aliviando así la presión sobre la fábrica de Turín. Además de la división de fundición y los talleres de mecanizado y montaje, la planta de Bolzano también incorporó parte de las actividades de la empresa de carrocerías Officine Viberti, especializada en la producción de remolques y equipamientos de vehículos de transporte público. En poco tiempo, la planta se convirtió en el centro de producción exclusivo de Lancia para camiones, chasis de autobuses y vehículos militares.

Durante este periodo, también se produjeron importantes avances en la división de ingeniería mecánica, lo que permitió, por ejemplo, acelerar la conversión de la gama Lancia de vehículos comerciales a motores diésel. Durante la Segunda Guerra Mundial, la planta de Bolzano fabricaba vehículos para el ejército, constituyendo un objetivo estratégico de los bombardeos aliados a partir de 1942. La producción se detuvo definitivamente en 1943, cuando las instalaciones quedaron parcialmente destruidas. La producción se reanudó lentamente a finales de 1945, una vez restablecida la paz.

UNA GAMA DE RENOMBRE 

Con el paso de los años, la planta de Borgo San Paolo se haría cargo de la producción de vehículos comerciales ligeros y furgonetas, muchos de los cuales se basaban en chasis de automóviles de la propia marca, pero la planta de Bolzano reorientaba la mayor parte de su actividad hacia los vehículos pesados, y sigue haciéndolo en la actualidad. Algunos de estos modelos se convirtieron en referencias en su campo, aunque desde el punto de vista presupuestario no siempre fuesen los más económicos. Pero la calidad Lancia tiene un precio, ya se trate de una berlina de lujo, una ambulancia o un autobús...

El mayor éxito comercial de la gama de vehículos pesados de Lancia después de la Segunda Guerra Mundial fue el modelo Esatau, del que se fabricaron 13.262 unidades entre 1947 y 1963. Era ofrecido en numerosas versiones en 14 y 18 toneladas de PMA (Peso Máximo Autorizado), con dos o tres ejes y volante a la derecha, que sirvieron de base para autobuses, autocares, trolebuses, camiones volquete, camiones militares y de bomberos, etc. La producción de vehículos comerciales de la gama Lancia, como el Esadelta y el Esagamma, cesaba dos años después de la integración de la marca en el Grupo Fiat. Sin embargo, Lancia Veicoli Industriali continuaría fabricando vehículos específicos: 4x4 militares, autobuses y vehículos de transporte en general, así como camiones de bomberos, tras su integración en el nuevo grupo IVECO en 1974. La empresa se unió a Fiat Veicoli Industriali y estos modelos específicos fueron producidos por una nueva división conocida como Lancia Veicoli Speciali.